Todos los humanos en algún
momento de nuestras vidas hemos sentido ese miedo a la soledad, es más, tenemos
que admitir que existen ocasiones en la que la soledad nos altera, el miedo al
aislamiento es uno de los temores más naturales directamente del ser humano,
seguidamente tomamos conciencia de nuestra existencia como seres individuales y
diferenciados del resto.
Sacamos la manera de renunciar a
este privilegio, adoptando los símbolos, valores y creencias de la comunidad
que nos rodea. Dicho de otro modo: para no sentirnos solos y desamparados,
construimos nuestra identidad imitando la de los demás, integrando la
apariencia, el criterio, los valores y las costumbres de nuestro entorno como
si fueran nuestros.
Para el ser humano es súper
necesario ser aceptado ya que llegamos al mundo siendo uno con nuestra madre,
nos desarrollamos en su vientre, experimentando toda la realidad a través de
ella l parto constituye una experiencia traumática porque supone la separación,
la pérdida de esa unidad inicial, y con ella el abandono de un espacio donde
todas nuestras necesidades estaban cubiertas.
Aunque el nacimiento también
representa nuestra diferenciación como seres independientes, todavía tendrá que
pasar mucho tiempo antes de que el bebé entienda esta distinción: en términos
funcionales, seguirá siendo uno con su madre durante varios años –alimentándose
de su pecho, moviéndose con ella y dependiendo de su cuidado para todos los
aspectos de su existencia.
Para superar el miedo a la
soledad, es muy sencilla, solamente hay que auto diagnosticarse, para así poder
enfrentar nuestro miedo, no sin antes haber hecho una estrategia para así poder
ejecutar nuestro plan y enfrentar nuestro temor de raíz, logrando finalmente
así poder vencer el miedo a estar solos y así podernos sentir cómodos como
individuos, sin depender de terceros en nuestras largas vidas.